La gran influencia de la icónica actriz Audrey Hepburn en la mujer de hoy

Audrey Hepburn falleció en enero de 1993 tras una larga lucha contra el cáncer. Sin embargo, su legado es eterno.

La icónica actriz no solo fue referente de estilo y una gran influencia en su época, sino que con los años su carrera y actitud ante la vida y la moda se ha implantado como una huella inmortal.

Aunque su carrera se centró en el cine, su saber estar y la forma de darle vida a las prendas la consagró como un auténtico referente. Muchos de sus icónicos looks en la gran pantalla son hoy parte de nuestra vida. Tal fue su calado que el American Film Institute la ha considerado como la tercera mayor leyenda femenina del cine estadounidense.

Una carrera de éxito

Audrey Hepburn no ganó el Oscar por su interpretación en “Desayuno con diamantes” en 1961 uno de los grandes clásicos del cine sin embargo, gracias a Holly Golightly se convirtió en un ícono del cine y de la moda mundial. Este film le catapultó a la fama y en 1953, en “Vacaciones en Roma” llegaron más reconocimientos. Hepburn fue nominada por primera vez al Globo de Oro y al Oscar, y en esta ocasión la actriz sí consiguió ambos premios. Un año después llegó su segunda nominación al Oscar llegó con “Sabrina” (1954) y Hubert de Givenchy fue el encargado de vestir a su personaje. Desde entonces, ambos forjaron una estrecha relación con la que hicieron alianza en las alfombras rojas, donde era habital verla lucir sus diseños.

Una gran influencia en la mujer de hoy

Son muchos los rostros conocidos que han imitado sus estilismos, sus looks, su estética. Y es que, ya lo solía decir Audrey: "la belleza de una mujer no está en la ropa que usa, la figura que lleva, o la forma en que peina su cabello", la belleza es mucho más. Aunque eso sí, saber lucir una prensa como ella, es una virtud al alcance de pocos.

Ella rompió todos los cánones por su forma de caminar, de vestirse, de peinarse y por los looks que escogía con sus respectivos complementos bien estudiados. No dudó en hacerse un corte arriesgado para la época con su mítica melena, dejarse unas cejas pobladas y maquilladas bien definias, un maquillaje como convencional para ese momento. Audrey no dudaba en ir con bailarinas y pantalón pitillo, dejando a un lado la falda de vuelo de la mujer de los 50, tampoco en usar camisas sin escotes y hasta atreverse con looks más masculinos. Toda una revolucionaria que fascinó y cautivó la moda, hasta el punto que hoy día sigue latiendo en el sector.