Un funambulista es aquel que camina sobre el alambre. Que no mira hacia los lados ni hacia abajo para no marearse... (Película El bola)
Diego Cantero (1982, Molina de Segura, Murcia) empieza a estudiar música con cinco años, pero no es hasta los quince cuando la redescubre gracias, en buena parte, a la influencia de su hermano, quien tiene su propia banda y un día lo invita a su local de ensayo... Tras publicar su álbum homónimo en 2010, 'Quédate' (2014) y 'Dual' (2017), un disco de colaboraciones con Leire Martínez de La oreja de Van Gogh, Pablo Alborán, Marwan, Rozalén, Dani Martín y Andrés Suárez, entre otros, Funambulista vuelve a la carga con 'El observatorio', una mirada hacia adentro; un trabajo más íntimo del que su líder nos habla en el madrileño barrio de las letras...
Funambulista presentándonos 'El observatorio'
- ¿Por qué has elegido concretamente los sencillos Esa luz, Viento a favor, Éramos reyes y La vida de antes para adelantar este trabajo? Parecen muy diferentes entre sí...
Esa es la pretensión precisamente; desde el punto de vista de la letra, pero también desde el musical. Ha sido una forma de mostrar cuatro facetas muy distintas. Este disco se caracteriza por ser ecléctico, por tener varios estilos; más bien, por no preocuparme por eso. Por preocuparme por hacer canciones bonitas con el traje que quería para ellas. Cuatro adelantos muy distintos; ¿por qué? porque al final uno quiere mostrar qué se va a encontrar la gente dentro del disco y, si lanzamos solo un tipo de canción, quizá podría confundir. Creo que era la manera de mostrar esa versatilidad.
- Si lo comparamos con 'Dual', donde estás rodeado por tanta gente... 'Observatorio' parece un trabajo mucho más íntimo. ¿Qué tiene este que no tenga el resto de tus álbumes?
Quizás en los tres discos anteriores me he andado buscando, tratando de saber Quién soy yo, qué es eso que hago que le gusta a la gente... Ha sido un proceso largo porque, a lo mejor, este disco es una vuelta al pasado: Cuando yo empezaba a hacer música, cada canción era de su padre y de su madre por mis influencias; por mis gustos musicales...
- ¿ Y cuáles son?
Pues me gusta la música en el sentido más amplio. Puedo escuchar heavy metal, canción de autor, flamenco, folclore argentino... Desde que empecé mi carrera musical, reinvindico esto, "las canciones por encima de todo" y, en este disco, ahora que ya sé cuál es mi casa, puedo salir a viajar y a pasear. Es un viaje por mis influencias, por mis gustos, y por supuesto, 'El observatorio', que al final es mirarme por dentro pero, al mismo tiempo, también mirar hacia afuera; historias ajenas.
- Una canción del disco que sea un poco más especial...
La vida de antes es la canción, y pienso en mi abuela. Tiene que ver con ir a casa de nuestros mayores y mirar esas fotos que todos tienen en blanco y negro; esas que al mirarlas, puedes crearte un universo de lo que pasa. Al mismo tiempo, es un homenaje a la vida como se llevaba antes: a la falta de urgencia, de prisa; a las prioridades tan distintas que se tenían, quizás mucho más acertadas que las de ahora. Al final, uno siempre quiere volver a la vida de antes. Y también es un poco esto... la gente que tiene pueblo sabe de qué hablo porque al final, las relaciones humanas, el tipo de vida que se lleva es algo que uno aprende de pequeño y echa de menos el resto de su vida.
- ¿Qué haces al día siguiente de terminar un álbum?
Es el primer día en años que no trabajo. Y ya empieza a llenarse de ansiedad mi cabeza por el siguiente disco. Hay una sensación de vacío que me lleva a decir: "¿Seré capaz de volver a hacer otra canción? ¿Seré capaz de volver a hacer otro disco?" Pero me pasa después de cada frase que escribo, después de cada canción que termino, esa sensación de "no sé si volveré a hacerlo". Y, al mismo tiempo, no sé si lo que haga, si consigo hacerlo, seguirá conectando con la gente. Es decir, hay muchos artistas que me han acompañado durante muchos años porque su música y mi evolución personal han ido de la mano de alguna manera. Pero pienso: "¿Seguiremos contactando? ¿seguiremos yendo a ese concierto? Y, en esa frase en la que creo que vamos a sincronizarnos, ¿seguirás cantándola mirándome a los ojos y entendiéndome?"
- A la vista está que tienes muchos colegas de profesión que te aprecian. Supongo que esos pensamientos se deben al hecho de ser perfeccionista. Todos los músicos lo sois; los artistas en general... ¿Cuándo dices "acabo con esta canción; ya está, no le doy más vueltas"?
Tiene que ver con el productor, con Tato Latorre. Dejarse en manos de alguien en quien confiar; el arte de delegar, yo creo. Confiar en alguien que va a entender tus canciones, pero va a tener mucha más objetividad. Y soy muy de fiarme de eso. Suelo seleccionar muy bien a mi equipo y a mi gente, a quien me rodea. Y, una vez elegidos, deposito mi confianza absoluta. Tato siempre me dice la misma frase: "esto es lo mejor que sabemos hacer, y a la gente le gustará o no, pero tú y yo, hasta ahora, somos esto, no somos nada más; ni menos".
'El observatorio tour'
- ¿Qué nos vamos a encontrar en la gira de presentación de 'El observatorio'?
Creo que nuestro mejor directo hasta el momento. Tato Latorre se suma a la banda como músico; entonces, tengo a alguien que hace el recorrido conmigo todo el camino, y que puede ahora, de alguna manera, contagiar a la banda de toda esa experiencia. Por primera vez, también vamos a hacer un concepto de escenografía que hasta ahora no habíamos hecho. Y con esta historia de 'El observatorio', precisamente, creo que vamos a plasmar como un edificio. Vamos a hacer que cada músico esté en su casa, yo en la mía, y el público en la suya. Incluso habrá algún punto teatral; algunas sorpresas que van a gustar. Para mí es un reto este disco y esta gira, porque también va a ser una gira en la que toque menos. Yo siempre ando escudado en mi guitarra, que me sirve de salvaguarda, y poco a poco, en anteriores giras, me la he ido quitando en algún momento, y así empecé a descubrir que se puede transmitir también gestualmente y que, de alguna manera y sin ensayarlo, sin estudiarlo, esa gestualidad me hace acercarme a la gente, así que, mi gran reto personal es subirme al escenario sintiéndome un intérpete y un cantante de mis propias canciones.
La núsica no tiene una universidad, no tiene un solo camino... no tiene un examen que superar. Cada uno vive su experiencia y su carrera de una forma absolutamente distinta al de al lado. Mi objetivo es trazar esa línea, continuarla, no mirar hacia los lados ni hacia abajo para no marearme, y procurar disfrutar del vértigo de este oficio.
