Los 10 errores más comunes en la cocina y cómo evitarlos para convertirte en un auténtico chef

Te damos la solución a una serie de meteduras de pata que podemos cometer, de manera involuntaria, cuando nos ponemos a los mandos de los fogones
Estos son los 10 errores más comunes que cometen los principiantes en la cocina
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Si algo sacamos positivo de todo el tiempo que tuvimos que estar confinados, fue que muchos aprovecharon buena parte de ese tiempo que pasaron en casa cocinando. Sacando ese lado, para algunos hasta el momento desconocido, creativo entre sartenes. Sin embargo, puede que no hayamos caído en la cuenta de ciertos detalles que obstaculizarían que saquemos el máximo rendimiento a los ingredientes que tenemos que preparar o al resultado final de los platos. Así que, como en la vida nunca está de más aprender, recopilamos esos 10 errores que puede que estés cometiendo, para que puedas rectificar -que, dicen, es de savios-.

1. Ten todo listo antes de empezar. Lo primero que debes de tener en cuenta antes de ponerte con las manos en la masa, es que los ingredientes y los útiles de cocina que vas a emplear estén al alcance. De este modo evitarás perder un tiempo muy valioso que puede ser la delgad línea entre bordar una receta o que se te queme. Si has de cortar o trocear alguno de los alimentos, hazlo antes de empezar, como paso previo. Es la manera más eficaz de tenerlo todo bajo control con respecto a los tiempos, que ya sabemos que es una de las exigencias de la cocina.

2. La sartén, siempre caliente. Antes de verter siquiera el aceite, la sartén ha de estar caliente. Y antes de colocar los alimentos en el aceite, este debe estar también caliente. Es una regla muy básica que lo que permite es sacar el máximo sabor posible a aquello que vayamos a cocinar. Una especie de potenciador natural que tu paladar va a agradecer con creces. ¿No lo crees? Pruébalo a hacerlo como te decimos y luego nos cuentas las diferencias.

Asegúrate de que la sartén esta caliente antes de verter el aceite o poner encima cualquier alimento

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3. El ajo, siempre al final. Todos aquellos platos que lleven este elemento, deben incorporarlo como colofón. ¿Qué conseguimos con esto? Evitarár que se nos queme. Por ejemplo, cuando estás haciendo un sofrito, no pongas la cebolla y el ajo a la vez. Da igual lo que diga la receta, hazlo de este modo para evitar ese desagradable sabor que se queda en los platos cuando algo se nos quema.

4. No agarres los útiles calientes con un trapo mojado. Podemos tender a hacerlo, pero esto lo que hace es darnos una falsa sensación de que las cosas no quemen y que echemos las manos a algo que acabe de salir del fuego o del horno y quemarnos. Por eso, siempre hay qus usar las manoplas destinadas a este uso o un trapo que esté completamente seco y que no nos haga caer en esa falsa sensación.

5. Cómo rectificar algo salado. Puede que, en un momento determinado, se nos vaya la mano con la sal. Para aquellos alarmistas que piensen que ya no tiene remedio y que tendrán que desperdiciar la cazuela entera, tenemos un remedio casero. Se trata de añadirle patatas, ya que estos tubérculos lo que hacen es absorber ese exceso de sal.

6. Guarda agua de la pasta que has cocido. Cuando cueles la pasta, no tires por el fregadero toda el agua que has empleado para cocinar la pasta. Guárdala y utilízala para echarla por encima de la salsa que hayas elegido para ella: le dará un toque diferencial y riquísimo.

7. Lávate las manos cuando manipules picantes. Es muy importante que, después de manipular sustancias como puede ser la guindilla, chiles o la pimienta, te acuerdes de lavarte bien las manos. Es más que habitual que, de manera incosciente, nos frotemos los ojos o la boca y llevemos toda esa picazón a las mencionadas partes del cuerpo. Así evitaremos esa sensación tan desagradable que tardará un buen rato en irse, por mucha agua que te eches para tratar de amainar el temporal.

8. Pon siempre el doble de salsa o especias. Aunque esté muy bien fiarse de los punto a seguir de una receta, si quieres que tus platos queden realmente deliciosos, deberás añadir el doble de salsa o de especias de lo que esta marque. De esta manera, potenciaremos el sabor y le daremos ese toque realmente deseado. Por ejemplo, si uno quiere comer pollo al curry, realmente quiere que sepa a curry. ¿O no?

9. Un truco para cocer los huevos. Aunque parece que es una tarea sencilla, hacer un buen huevo cocido no es tan sencillo como pudiéramos creer a simple vista. Más allá de introducir los huevos en el agua antes de que este se caliente -de lo contrario, se romperán según entren en contacto el el agua el ebullición-, se puede añadir unas gotas de vinagre en el agua. ¿Cuál es el sentido de esto? Que las claras se harán antes y adoptarán una textura mucho más compacta.

10. Lavar las cebollas antes de cortarlas. ¿Cuántas veces has llorado a moco tendido al ponerte al lío con ellas? Lo más eficaz es ponerlas debajo del grifo, darles un agua. Si se te olvida y ya no tiene remedio, siempre puedes buscar unas gafas de sol para utilizar mientras terminas de hacer esta tarea tan habitual en cocina pero, a la vez, tan desagradable para nuestros ojos por la incomodidad que siempre suponen las lágrimas.



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