El toque final para conseguir unos huevos revueltos perfectos y melosos
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Cuando no sabemos qué cocinar o tenemos poco tiempo, una de las opciones más fáciles y recurrentes es el huevo. Es un alimento muy barato, se puede encontrar en cualquier supermercado y podemos prepararlo de muchas maneras. Cocido, en tortilla, escalfado, frito… Pero sin duda, lo más fácil de hacer es un plato de huevos revueltos que conseguirás en menos de un minuto, o un poco más si lo prefieres con el huevo más cuajado.
No es fácil pillarle el punto al huevo revuelto ya que muchas veces se queda pegado a la sartén o quemamos el huevo de tanto darle vueltas. Además, puedes incluirlos en cualquier comida, incluso en el desayuno, proteína pura para empezar el día con energía. ¿La forma de prepararlos? Estos son los pasos que tienes que tener en cuenta si quieres conseguir unos huevos revueltos exquisitos y fáciles para cualquier hora del día:
- Separa la yema del huevo de la clara.
- Una vez tengas las claras aparte, bátelas y mézclalas bien antes de echarlas a la sartén con mantequilla.
- Cuando lleven un tiempo al fuego, es importante echar de nuevo mantequilla tras verter las yemas en la sartén para que el huevo quede más meloso y no se pegue a la sartén o se haga demasiado.
- Tampoco podemos saltarnos el paso de añadirle sal y pimienta y, si gusta, para darle un toque diferente, un poco de verdura troceada o jamón.
Pasos que arruinan los huevos
Puede parecer muy fácil elaborar unos huevos revueltos, in embargo, existen pasos que pueden parecer irrelevantes en toda esta receta y que pueden ser fundamentales para no estropearlos.
Revolver los huevos aparte
Muchas personas añaden directamente la yema y la clara en la sartén sin haberlos batido antes. Una parte en todo el proceso que es fundamental, porque el aire que se filtra a través de los componentes del huevo le añaden posteriormente suavidad al resultado. Por ello, debemos batirlos en un bol grande que nos permita un movimiento de batida más amplio.
Añadir demasiada mantequilla
Existen diferentes variantes de unos huevos revueltos: los hay que los fríen con mantequilla, otros con aceite, incluso los hay que los mezclan los leche antes de echarlos a la sartén. Sorprendentemente, todos ellos están en los correcto, cualquiera de las opciones es válida a la hora de preparar unos buenos huevos revueltos. Sin embargo, lo que no es válido es echarle demasiado, lo que acaba con el sabor del huevo y de cualquier condimento que le añadamos.
Dejarlos reposar después de cocinarlos
Como puede ocurrir con otros alimentos como el ajo, cuando añadimos huevo batido a la sartén, particularmente con el fuego alto, corremos el riesgo de que se quemen en un pequeño despiste. Por ello, tendemos a apurar cuando pensamos que los huevos revueltos están listos para comerse. Pero, en realidad, debemos bajar el fuego mucho antes. La mayoría de cocineros recomiendan que hay que quitar la sartén del fuego un rato antes de que pensemos que estén listos y así queden unos huevos revueltos perfectos.
Una buena opción para el desayuno
Los huevos te aportan la fuente de proteínas que necesitas al día, combínalos con tostadas integrales y arándanos y disfrutarás de una de las fusiones con más sabor de tus mañanas.
También son los huevos revueltos una opción sana para acompañar los entrantes en un buen almuerzo. Con pan, con picatostes o incluso con algunos picos. También como cena ligera unos huevos revueltos es un plato muy socorrido para esas noches de operación bikini que no sabes qué plato preparar. Eso sí, hay que tener cuidado aquí también con no pasarse con el aceite o con la mantequilla para que siga siendo una cena equilibrada y rica en proteínas.
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