¿Cuál es el secreto para hacer una buena torrija esta Semana Santa?

Llega la Semana Santa y pastelerías, restaurantes, tiendas de alimentación y también el chef que llevamos dentro, nos ponemos manos a la obra para que todos podamos degustar una torrija, el dulce más popular de la época junto a monas y huevos de pascua, pestiños, rosquillas, buñuelos, leche frita o arroz con leche.

Este dulce tradicional, con una base de pan frito, entra cada año en los fogones cuando salen las cofradías, una tradición intocable desde hace 2.000 años. Según la historia, aunque hoy en día se innova buscando reinterpretar este clásico bocado, la receta original sigue siendo la más demandada y vino de la mano de Marco Gavio (Siglo I D.C.), que ya mencionaba en aquel entonces una rebanada de pan sumergida en leche, a la que llamaba "aliet dulcia" -plato dulce-, en la que, eso sí, no aparecía el huevo en su elaboración.

Aunque año tras año, los certámenes para elegir la mejor torrija se multiplican, al igual que las diferentes muestras y ferias de dulces de pascua se suceden en una constelación de municipios para recrear nuevas recetas de torrijas, hay algo que no cabe duda y es el secreto de la receta original.

El secreto de una buena torrija: el pan y la proporción de azúcar

El secreto de una buena torrija es el pan, que debe tener poco alvéolo para que retenga el líquido, y una corteza y miga con la misma textura, así como una buena proporción de azúcar en la leche -se recomeniendan unos 150 gramos por cada litro ya que ha de ser un postre ligero y que no nos queme el paladar si nos pasamos de dulce.

A continuación, dejamos la receta clásica de este plato tan dulce por si te animas a prepararlas en casa estos días tan señalados:

• Ingredientes

- 750 gramos de pan
- 1 litro de leche
- 100 gramos de azúcar
- 2 ramas de canela
- Aceite de oliva
- 2 huevos grandes
- Canela en polvo y azúcar

• Preparación

1. Para su elaboración se necesitará pan para torrijas, que hoy en día es fácil de encontrar en los supermercados con la Semana Santa a la vuelta de la esquina. Si no encontrara este pan especial, puede usar el de el día anterior. Cortarlo en rebanadas de un par de centímetros de grosor para que no queden demasiado finas. 
2. En un cazo hervir la leche -a fuego lento- junto a las ramas de canela y el azúcar. Cuando comience a hervir retirar el cazo y dejar enfriar.
3. Pasados unos minutos, mojamos las rebanadas de pan con la leche, de manera que queden bien empapadas y no lleguen a romperse. 
4. Una vez tengamos todas ellas empapadas, pasaremos cada una de las mismas por el huevo batido -pasando las dos caras de cada rebanada- para después freírlas en una sartén con abundante aceite de oliva. 
5. Una vez estén todas fritas, retirar los excesos de aceite con papel de cocina, y  dejar enfriar.
6. Llega la mejor parte... ¡toca disfrutarlas!