El origen de la ensaladilla ¿rusa?

Después de comer durante mucho tiempo esta ensalada tan veraniega descubrimos que su origen no es el que parece 
Ensaladilla rusa

 

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Con la llegada del verano se empieza a preparar uno de los platos más típicos de esa época. Es la tapa de bar, la ración del chiringuito y el plato principal de tu abuela, puedes ir con ella a la playa o a un camping, eso sí, con una nevera que esté bien fresca. Se trata de la ensaladilla rusa que, pase el tiempo que pase, será uno de los platos estrella del verano. Aun así, existen múltiples versiones de este plato y cada cual añade a la receta básica lo que más le gusta. Pero ¿desde cuándo existe esta receta? Y, sobre todo, ¿por qué se llama rusa?

En el caso de que hayas consultado rápidamente Internet para resolver esta pregunta puede que te hayan informado mal, ya que en muchos lugares le atribuyen la creación de este plato a los zares rusos, pero no es así. A veces, cuando se cree algo con mucha firmeza y se difunde, luego resulta muy difícil demostrar que no es así, pero en este caso venimos a decirte que esa ensaladilla no es rusa.

En muchos países la ensaladilla no se llama rusa, sino Olivier, porque efectivamente Lucien Olivier, un cocinero belga de origen francés, se hizo famoso en Moscú gracias a esta ensalada. Sin embargo, aunque este cocinero lo popularizó, realmente lo que hizo fue una versión de algo que ya estaba inventado. De hecho, cuando Lucien tenía ocho años se publicó la receta russian salad en un recetario inglés del chef Charles Elmé Francatelli ¿Ya hemos llegado al origen? Pues no, tampoco.

La cosa es que este cocinero italo-británico también se había inspirado en la receta del profesor con el que había estudiado cocina en Francia: Antonin Carême, denominado en su momento como el 'rey de los cocineros y cocinero de reyes'. Al fin hemos llegado al centro de la cuestión, en 1815 este chef publicó un libro donde aparece una ensalada con champiñones de París pero también zanahorias, nabos, espárragos, judías, guisantes, patatas y remolachas. Todo cocido y mezclado con mahonesa. La ‘salade à la parisienne’ de Câreme es prácticamente una ensaladilla rusa, pero este nombre no se le puso hasta 1856.

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