En el mes del cine, ¿qué tal un viaje de película?
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¡Febrero está siendo un mes de cine! Comenzó con los Goya el pasado 2 de febrero, donde se premiaron a los maestros del cine español. Ahora, contamos los días para la gran gala de los Premios Oscar, que se celebrarán el próximo día 25 de febrero en el Dolby Theatre de Los Ángeles. Mientras esperamos a que llegue la gran fiesta del cine mundial, ¿por qué no preparar un viaje de esos de película?
Son muchos los viajeros que eligen su destino basándose en lugares que han visto en series de televisión o películas de cine. Uno de los últimos fenómenos del turismo cinematográfico ha sido la serie Juego de Tronos. Fue rodada en su mayoría en la ciudad de Split, en Croacia, y desde este momento sus visitas se dispararon. Lo mismo pasó con Finlandia, un país que no es tan turístico pero que vio un incremento de viajeros de hasta un 228 por cien.
Otro destino muy demandado en los últimos años es la República Dominicana ya que ha sido escenario de algunas producciones más míticas. Jack Sparrow navegaba por Isla Saona en Piratas del Caribe.
También fue escogido por Francis Ford Coppola para la película Apocalipsis Now.
Películas de amor en la ciudad del amor, pero también de acción y de suspense: París es en su totalidad un plató de cine. Sería casi imposible enumerar la cantidad de películas y series de televisión que han elegido a la ciudad del Sena como decorado. Para los más románticos, está Moulin Rouge, la historia de amor ganadora de dos Óscar que encandiló los corazones de medio mundo con el inolvidable beso entre Nicole Kidman y Ewan McGregor.
¿Quién no siente haber viajado ya a la ciudad de Nueva York después de tenerla tan presente en nuestras vidas? Desde un gorila enorme que trepa a lo más alto del Empire State hasta sus calles invadidas por los fantasmas -¿hay algún parque de bomberos más famoso que el de North Moor Street, 8 de Los cazafantasmas?- nos resultan familiares cientos de calles y rincones de la ciudad.
Una ciudad que hay que recorrer, al menos un pequeño trayecto, en un taxi amarillo como el de Taxi driver. Y visitar lugares como la Quinta Avenida y el escaparate de Tiffany & Co, de Desayuno con diamantes; el puente de Queensboro que inmortalizó Woody Allen en Manhattan; la Gran Central Terminal o Central Park de Los vengadores o barrios famosos como Little Italy, que vemos en El padrino…
La magia y el misterio de las ciudades del norte de África son excelentes escenarios para las pelis de misterio. Quizá por eso Alfred Hitchcock nos trasladó a Marrakech en El hombre que sabía demasiado y la mítica plaza Yamaa el Fna fue testigo de una de las escenas entre Doris Day y James Stewart.
África, oriente, el desierto… escenarios cautivadores para las tomas de misterio o de aventura. Como la de Tom Cruise cuando sobrevivió intacto a una tormenta de arena en Misión Imposible: Protocolo Fantasma, tras haber trepado por uno de los espectaculares rascacielos de Dubai.
Pero no hay que dar la vuelta al mundo para visitar destinos de cine o para viajar delante de una pantalla. España tiene también muchos escenarios, muchos destinos que se han convertido en platós de cine. Las Palmas de Gran Canaria que quiso vivir una historia de amor imposible en Palmeras en la nieve, que se desarrolla en el Parque rural de Doramas, donde se recreó una plantación de cacao de Guinea Ecuatorial y se plantaron más de 400 palmeras.
Y si hay un destino de cine en España ese es Almería y, más concretamente, su desierto de Tabernas que fue durante décadas el lejano oeste de la edad de oro de Hollywood y el far west. Y lo sigue siendo.
