Así es la mejor forma de comer fruta: ¿con o sin piel?

Cuándo eramos pequeños nos pelaban la fruta y a medida que nos fuimos haciendo mayores, aunque aprendimos a pelarla, nos la tomábamos con piel.

Y así llegamos a el día de hoy, viendo a gente en el metro, en la calle, en la oficina mordiendo la fruta con la piel. Pero siempre hemos tenido la eterna duda de qué es mejor ¿con piel o sin piel?

Pues la respuesta te alegrará con piel sería la mejor forma de consumir la fruta. ¿Por qué? Porque en la piel se encuentra el mayor porcentaje de fibra que contiene la fruta. Además de más vitaminas, nutrientes y antioxidantes. La piel sería sinónimo en nuestro organismo de prebiótico, por lo que darían fuerza a la flora digestiva. A parte mejora el estreñimiento.

Pero comer la fruta con piel también conlleva un riesgo si no se utilizan unas buenas precauciones higiénicas. Las frutas suelen llevar pesticidas y herbicidas, incluso a algunas se les añade un tipo de cera para mejorar su aspecto. Si no eliminamos estos productos además de las bacterias propias de la fruta estaremos corriendo un riesgo ya que ingeriremos todo eso. Con un poco de agua y frotar serviría.

Es verdad que no todas las pieles son comestibles, pero hay veces que no les damos más vida. Por ejemplo la piel del limón para infusiones o aliñar ensaladas. A sí que ya sabemos que si tenemos prisa y no pelamos la fruta estamos disfrutando de todas las propiedades completas de la fruta. Eso sí no hay que llevarlo al extremo y comerse pieles peludas, o incluso tallos.

Esto de la piel también valdría para las verduras, ya que los beneficios de su piel son las mismas, y más fácil incluso al poder cocer las verduras y sin piel.