Los beneficios de comer tomate en verano

Además de ser de lo más saludable para nuestro organismo, también puede ser un gran aliado contra las arrugas y las manchas de la piel
Los beneficios de comer tomate en verano

 

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La contaminación o el estrés son solo algunos de los factores que pueden conseguir que tu piel no luzca tan tersa y libre de impurezas como te gustaría durante todo el año. Cuidar tu piel, no siempre implica gastarse grandes cantidades de dinero en los mejores cosméticos. Siguiendo una buena alimentación y utilizando algunos remedios caseros puedes conseguir increíbles resultados.

El tomate es un superalimento de toda la vida que contiene gran cantidad de nutrientes, es rico en vitaminas C, A, E, B6;  también en minerales como calcio, fósforo, magnesio y potasio; contiene fibra y es bajo en sodio, entre otras. Y posee Licopeno. Por si no lo conoces, el Licopeno es un efectivo regenerador de la piel que te ayudará también a prevenir ciertas enfermedades como el cáncer de pulmón o de próstata, pero también ayuda a proteger el cuerpo de los dañinos rayos ultravioleta. De ahí, que sea tan positivo para nuestro cuerpo incorporarlo con más a nuestra dieta en verano.

De esta manera, comerlos en abundancia mantendría alejadas a las arrugas e incluso al cáncer de piel. Eso sí, siempre como complemento de un buen protector solar.

¿SABIAS QUE NUESTRO CUERPO NECESITA 16 mg AL DÍA DE LICOPENO?
 

Pues si te lo está pidiendo, ¡dáselo!. El tomate natural tiene múltiples beneficios. No solo es un poderoso antiarrugas, también protege a las células del estrés oxidativo consiguiendo dar más vida a tus años evitando el envejecimiento. Las propiedades de esta fruta, (si, no es una hortaliza) te ayudarán a mantener a raya la grasa de tu piel. Gracias a su acidez, si tu piel es apagada, aclarará tu piel y la iluminará.

Puedes utilizarlo creando una mascarilla casera, es muy fácil y refrescarás tu piel. ¿Cómo?, tritura el tomate y aplícalo como cualquier otra mascarilla que uses. Otra opción es que pongas unas rodajas sobre tu rostro y las frotes sobre la piel para que la pulpa del tomate actúe sobre ella. Aguanta con ella unos 10-15 minutos y, después, limpia tu rostro con mucha agua.

¡Ah! Y si lo que quieres es una piel más clara, luminosa y fresca, puedes hacer esta misma mascarilla con un poco de jugo de limón. ¡Así de fácil!.

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