Pablo López sobre su gira 'Mayday & Stay Tour': "Tenía miedo de que se volviera tedio, rutinario"
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Era su concierto 40 de esa gira 'Mayday & Stay Tour' que arrancó en Madrid el pasado 8 de junio. Pablo López tenía una cita con el público de Sancti Petri, en el Concert Music Festival, y antes de subirse a ese escenario mágico, encerrado en una jaula de hierro en la que vuela en libertad, atendió a CADENA 100, reconociendo que poder tener tantas fechas cubiertas en el calendario para actuar, es un auténtico regalo. "Se lo decía a mis compañeros. Me siento a minutos del escenario. Me siento a minutos de casa, por este festival en concreto. Esto parece una sociedad anónima, porque tengo muchos amigos que siempre han confiado en mis canciones. Dicho esto, hoy es el concierto 40 de esta gira. Hemos querido tocar siempre, el año pasado lo hicimos también", se confesaba con Antonio Hueso.
Y añadía al respecto, con un mensaje que todos deberíamos grabarnos a fuego en la cabeza: "La música es algo que no sobra nunca, que no daña, tampoco y, sobre todo, que todo lo que pasa en el espectáculo, es sano. Así que aprovecho para agradecer a todo el mundo que viene a los conciertos, porque nos están dando un espectáculo a nosotros de ver cómo se respetan, cómo se disfrutan y son felices son fastidiar al de al lado".
Nuestro locutor le preguntaba sobre la complejidad extra que supone siempre para él ponerse delante de los gaditanos. Respondía con mucho detalle: "Difícil es siempre un público, en el sentido de que es una seducción. Si fuera fácil, cuando pasaran los minutos, no tendría sentido la cita. ¿Qué pasa en Cádiz? Yo que hablo mucho en los conciertos, ellos responden, porque tienen más jeta que yo, de aquí a Lima. Y, sobre todo, porque entre la gente siempre hay alguien que tiene un 'pellizcazo' tremendo y que es artista, además de la profesión que desempeñe. Es algo que pasa aquí y que me tiene nervioso desde hace muchos días. Estoy deseando que pase y conectar. Y si no conecto, tendré que intentarlo una vez más, como cuando te encuentras con alguien muy guapo, como lo es Cádiz".
La magia de no hacer dos 'shows' idénticos
Los conciertos de Pablo son siempre diferentes y, para eso, también hay una explicación que daba el propio artista: "La locura del equipo que llevo permite que los conciertos tengan un margen de 20-25 minutos de cosas que pasan y que no van a volver a pasar en ninguna parte. Que es cuando yo me quedo solo con el piano, como si estuviera en casa, y puedes cantar cualquier cosa. Sin embargo, en esta gira, que particularmente hemos estado tocando siete días en Barcelona, seis en Madrid... yo tenía miedo de que se volviera tedio, rutinario. Y todo lo contrario: todos los días parecía que volvíamos a llegar. Es bonito lo que provoca la emoción que uno trae de serie, y la emoción que hay ahora mismo con toda esta movida. Si hay algo positivo que sacar, es que la gente tiene unas ganas, que todo se reconvierte".
"La belleza es muy importante en la vida. Llegar y que todos los detalles, que el público que ha pagado una entrada y que la gente que trabaja contigo haya cuidado todos los detalles, porque es gente guapa de alma... Para mí, con Rafa Casillas -director del Concert Music Festival- y todos los que hacen posible que todos estos hierros tengan sentido, llevan haciendo un trabajo de alquimista... Cuando no había puertas que se abrieran en sitios pequeñitos, te daban un empujón que, de alguna manera, te hacen creer en algo. Que eso es muy importante. Es una cuestión de lo que hace falta para salir de todo esto: la empatía. Y yo llevo viviéndolo muchos años", se ponía nostálgico al recordar quiénes estuvieron a su lado cuando aún no había experimentado esa fama en medio de la que se ha instalado. También agradecía a CADENA 100 el apoyo en los inicios, recordando aquel lejano 2013, cuando se plantó en nuestros estudios para ofrecer su trabajo.
Y de la seriedad a ese sentido del humor tan suyo. Porque Antonio le preguntaba sobre la posibilidad de realizar una banda sonora para una película. "Estoy todo el día mirando el móvil no para que me llame una chavala, sino para que me llame Steven Spielberg", decía sin poder evitar una enorme carcajada. La misma que le servía para liberar tensión antes de ponerse ante ese exigente público gaditano.
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