“Pasa el otoño”, el Antonio Vega que busca la paz en su interior

Desde el comienzo de septiembre hemos notado la importancia por el cuidado del medio ambiente a principios y el comienzo del nuevo curso con sus expectativas esperanzadoras. Pero un buen mes de septiembre que se precie, no puede pasar sin recordar ese otro ingrediente que le da colorido -¡y nunca mejor dicho!- que es la llegada del otoño. Los colores brillantes del verano menguan, pero no desdicen porque tienen su encanto y esperanza como no podía ser de otra forma. Es la composición ideal en el Cuidado de la Creación que nos regala por don divino día y noche, frío y calor. Como el malogrado cantautor y ex miembro de Nacha Pop Antonio Vega.

De una trayectoria inquieta y con ganas de componer Antonio Vega nace en Madrid en 1957 y descubre en su padre, médico leonés, el afán por la creatividad. Algo que no puede negarse durante su movida ochentera en Nacha Pop y que sigue con esa misma tónica dominante cuando emprende el camino en solitario. Lástima su muerte tan prematura fruto de amenizar a los demás, pero no cuidarse uno mismo el primero.

Pero el tema que traemos aquí, sigue los mismos trazos que tuvo Joan Manuel Serrat al cantar a esta estación. El reflejo del otoño en Madrid tiene menos movimiento pero es como si se impregnase de la sensación que tiene uno en el interior cuando experimenta el recuerdo del verano pasado y la primavera pero con serenidad, nunca con nostalgia melancólica.

El tema descubre las excelencias de un paso por Madrid con el descubrimiento de esos signos evidentemente otoñales. El anhelo de un corazón que busca la honestidad y la fidelidad, esperando retornar a ese niño que fue y que todos llevamos dentro. El descubrimiento del amor verdadero que siempre es libertad frente al utilitarismo esclavizante que él nunca quisiera en su vida para sí mismo. Antonio Vega tiene claro que el paso por Madrid en otoño tiene signos que te devuelven a esa niñez que llevas dentro y que te anima a luchar siempre sin desfallecer.