‘The dock of the bay’: una contemplación del mar que no pasa de moda

‘The dock of the bay' es una canción que por mucho que pasen los años, sigue evocándonos el poder del agua y el amor por el mar
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El mar, la mar que diría Rafael Alberti en su Marinero en tierra desde su pertenencia a ciudades marítimas del Sur como es Puerto de Santa María. Sí. La verdad es que las evocaciones del mar surgen por doquier estos días en medio de un mes de calor y anhelos de divisar ese mar con gaviotas, esa playa por la que pasear. Dentro de todo esto se enmarca el Día del Apostolado de las gentes del mar, con motivo de esa fiesta tan entrañable de su Abogada la Virgen del Carmen, tan querida y celebrada en nuestra geografía y tal y como se dice desde ese día hasta el 15 de agosto, día de la Asunción, se enmarca el núcleo del verano.

Y si muchos ríos de tinta se han escrito sobre el mar, muchos acordes de han vertido sobre las aguas en multitud de canciones que invitan al cuidado del mar, o simplemente observan la realidad del inmenso océano. Como la canción de hoy, 'The dock of the bay' (el muelle de la bahía) del legendario del soul, cuya fama se propagó no solo hasta 1968 en que murió, sino hasta después y con creces: Otis Ray Redding Jr., nacido en Georgia en 1941 y fallecido a los 27 años en Wisconsin. El soul de Otis es cuasi-inmortal y la letra de esta canción, no digamos.

'The dock of the bay', una canción que invita a reflexionar y templar el ánimo

El tema de hoy 'The dock of the bay' (el muelle de la bahía) es una contemplación del muelle, al otro lado del océano, en un panorama distinto al de las costas españolas de las que hablábamos al principio. En este caso el muelle en Georgia mientras Redding está sentado le evoca recuerdos y hasta, si cabe, una oración viendo esa cantidad de personas portuarias que transitan -trajinan, diríamos mejor- y que le sirven para reflexionar. Es la canción de un contemplativo místico que se embelesa por el mar, un grumo de aguas que están a veces enrarecidas, pero que invitan a sosegar las conciencias.

El propio Redding se queda entusiasmado con este tema que, cosas de la vida, sigue tejiendo grandes puentes de unión y concordia el bien del mar y la naturaleza, en estos tiempos de bravura que ansían calma.

CADENA 100