Vega le rompe el corazón a Manuel Carrasco con esta carta

“La cruz del mapa está puesta”, comenzaba la artista. “Venimos de un lugar donde se nos arrojaba a tierra de nadie”, continúa. “Poner tus propios puntos cardinales a su sitio, ubicarte, que te ubiquen, y ser certero, fué, es y será nuestra mejor obra”, expresaba con su corazón en un puño. Vega ha escrito la que probablemente sea la carta más desgarradora y, al mismo tiempo, más bonita que le han regalado a Manuel Carrasco en estos últimos meses. Y seguro que recibe muchas.

La artista no solo ha elogiado el enorme trabajo de su amigo, sino también su capacidad para emocionar, una de las cualidades que más admira de los cantantes. “A mí de un artista dame honestidad, y algo tan sencillo y complejo como la capacidad de emocionarme”. “Puedo decir que pocos, pero que muy pocos artistas consiguen ese desequilibrio que me quiebra, ese que me saca la euforia cantando, la llorera con 3 palabras, y mucha sonrisa de la que duele a la cara, a mí...que no sé sonreír por inercia”.

“Fuimos compañeros, luego vecinos, después amigos”

Con esta carta a corazón abierto hemos descubierto que Vega y Manuel Carrasco han sido vecinos, se han escuchado los llantos y los "quejíos", los primeros versos y los cambios constantes de melodía, pasando de días tristes a los más felices, transformando con bulerías todos los días grises. Ambos artistas tienen una relación impecable, de admiración mutua y cariño inconmensurable. Y así ha seguido contándolo Vega en su teclado: “Madre mía si lloré el sábado...me llovieron 17 años encima de historias, las de compañeros, las de vecinos, las de amigos. Pero no me engaño, a mí es que me matan de emoción y felicidad sus canciones, su música me conmueve y me alborota, como al resto de los presentes”. “Me canté todas las que pude emocionalmente, lloré de pura felicidad de verle feliz, con su gente, su familia tan bonita, y La Coruña entregada a su “quejío”, a su poprock sin más etiqueta que su adn, a su bulería, a su nervio”.

Adiós a los móviles, me quedo con los abrazos

Si ayer Rozalén hacía esta misma reflexión, Vega suscribe sus palabras. Cuando sientes algo, cuando algo te toca, quieres vivirlo a pleno pulmón, con los sentidos puestos en esa canción, sin móviles que puedan estropear ese momento. “Preferí las manos para bailar, corear, secarme los lagrimones y aplaudir, mucho y fuerte” “No hay mejor recuerdo que el abrazo que me llevé a casa”.

Ay amiga mía! Me rompes el corazón!

Y esta ha sido la reacción de Manuel Carrasco al leer este sincero disparo. No sabemos si el artista habrá podido contener las lágrimas, pero su mensaje hacia Vega no ha podido ser más bonito. ¡Qué viva la amistad!