Pintarse los labios a pesar de la mascarilla: un mensaje de amor propio
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El coronavirus ha implementado un complemento nuevo: las mascarillas. Y como han llegado para quedarse, muchas nos preguntamos por el maquillaje. Sí, puede resultar una cuestión superficial a priori pero esconde un punto de autoestima y confianza. Ante todo, hay que destacar que lo más importante en todo momento es sentirse cómodo con uno mismo y vestir como más felices somos. Hasta Harry Styles se ha pronunciado al respecto y ha afirmado que él no se fija en las etiquetas de la ropa, si son de hombre o mujer: "solo quiero que me haga feliz y yo me vea cómodo con ella".
En el maquillaje pasa lo mismo. Si tú te sientes bien y te gusta llevarlo, ¿qué te impide maquillarte aunque con la mascarilla sólo se te vean los ojos? De hecho, las ventas de pintalabios ascendieron con la llegada de la crisis del coronavirus y es algo que ha sucedido en varias crisis sucedidas a lo largo de la historia. Siempre que hay algún problema a nivel nacional o global (crisis sanitarias como esta pandemia, recesión económica...) suele haber un pequeño repunte en las ventas de pintalabios por un motivo: el pintalabios, especialmente el rojo, tiene un efecto poderoso sobre nuestra autoestima.
La frase que se ha viralizado y esconde un potente mensaje
En estos días a muchas de nosotras nos ha llegado a WhatsApp una imagen que contiene una frase: "Que las mujeres se sigan pintando los labios con las mascarillas demuestra que nunca se maquillaron para nadie". Y es totalmente cierto ya que, aunque no seamos plenamente conscientes, el maquillaje puede ser un aliciente para levantar nuestro estado de ánimo en caso de que nos sintamos mal. Al igual que un corte de pelo siempre se ha dicho que implica un cambio de vida (tras una ruptura sentimental, una decepción laboral...) el maquillaje puede añadir un punto extra a la autoestima si ese día nos hemos levantado un poco más cansadas de lo habitual.
No es imprescindible en nuestro día a día para que estemos más guapas ya que eso se lleva dentro y, por supuesto: ante todo, ¡lo que más brilla es la actitud!
