Todos llevamos una maruja dentro

¡Como nos gusta eso de asomarnos a veces por la mirilla para ver ese lio amoroso que tiene la vecina! Hay que admitir que alguna vez hemos sido un poquito cotillas, ¡aunque no hay que pasarse!

José Mota ayer estuvo en El Hormiguero y no faltó momento para recordar a ese personaje tan mítico que nos ha hecho reír una y mil veces: La vieja del visillo. ¡Que buena era! Todo el día mirando y espiando detrás de la cortina. Andrea lo ha reconocido “Cuando paso por la cafetería, aquí en el trabajo, y veo un grupito arremolinado comentado algo, arrimo la oreja” ¡Es una experta! Mateo lo confirma porque gracias a ella está informado de todo lo que pasa en la empresa: quién está con quién, discusiones, porque no se llevan bien, etc. Y porque la ha pillado más de una vez ¡poniendo la oreja! y es que Andrea te ha contado algún secretillo para que tu también seas una auténtica espía: “Hacer que se te cae algo cerca de ellos”.

A pesar de todo, nadie se libra ¡ni Mateo! Cuando va a casa de su madre, que siempre tiene puesto Corazón, Corazón “aunque esté hablando con ella, estoy pendiente de lo que dice la Igartiburu”.

Como todos a veces somo un poco “la vieja del visillo”, en Mateo y Andrea te hemos preguntado que es lo más cotilla que haces. Sol nos ha contado que no suele bajar a las reuniones de la comunidad de vecinos, que siempre suele ir su marido, salvo cuando sabe que se va a montar un pollo, ¡ahí está ella! O Patricia, de Badajoz que un día en el bus se sentó una chica a su lado que no paraba de escribir por el móvil y quiso echar un ojo a la conversación porque parecía muy interesante. Resulta que la otra chica se acababa de dar cuenta de que su chico estaba a la vez con otro. Cuando llegó la parada de Patricia, de repente el novio llama, y claro, se quedó por ¡puro cotilleo!