La enseñanza de Sara Carbonero que acompañará siempre a sus hijos

La periodista ha compartido un mensaje muy importante para el desarrollo de sus pequeños y forjar su personalidad en la vida
La enseñanza de Sara Carbonero que acompañará siempre a sus hijos

 

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“Recuerda quién eres”. Con estas tres palabras y una imagen de lo más tierna de su hijo menos paseando en unas piscinas naturales de Navalacruz, pueblo de Iker Casillas, Sara Carbonero ha continuado compartiendo la estela de mensajes reflexivos y lecciones vitales tan aplaudidas en los últimos tiempos.

La pareja quiere que sus hijos crezcan rodeados de sus orígenes y convivan con los privilegios naturales y cotidianos que dan los pueblos. En un año muy duro para la pareja, la familia está más unida que nunca, valoran y saborean cada pequeño momento y no dejan de sumar experiencias juntos.

Tanto Iker como Sara están recuperándose de sus problemas de salud y se van incorporando a sus compromisos profesionales poco a poco. Para ellos lo más importante en este momento es la salud y el amor, la familia. Aunque son pilares que siempre ha marcado su relación, mucho más en los últimos tiempos.

A lo largo de las semanas hemos visto como Sara Carbonero contagia a sus miles de fans de optimismos y mensajes de superación con diferentes textos y frases que dan mucho que pensar. Su energía positiva y un aura especial, ha hecho que Sara se convierta en todo una corriente de inspiración y motivación para afrontar cualquier reto de la vida con la mejor actitud.

Aunque han sido muchas las imágenes y reflexiones compartidas, esta última ha gustado mucho a sus seguidores por la importancia de crecer sabiendo siempre quién es uno mismo, de donde viene y cuál es su punto de partida. Para Iker y Sara, sus pueblos y vecinos, han sido el ''lugar al que siempre volver''. De ahí, que decidieran hace años tener dos residencias en sus pueblos. La casa de Navalacruz que construyeron, muy cerca de Madrid, es uno de sus grandes refugios. Y tal y como están compartiendo este verano, el lugar en el que perderse y reencontrarse.

Lucas y Martín no pueden estar disfrutando más del tiempo en el pueblo y de sus papás.

Otras de las grandes confesiones de Sara que fue muy comentada y que plasmaba a la perfección su estado en este momento recordemos que vino de la mano de un gesto se uno de sus hijos tras regalarle una rosa. La recordamos: ''Este verano está siendo un poco diferente. Las semanas transcurren entre médicos, pruebas, incertidumbres, maletas, mucha improvisación de última hora, ratos de alivio pero sobre todo están llenas de momentos muy intensos que estoy saboreando como nunca. 
De repente las cosas más cotidianas y banales del mundo han dejado de serlo para convertirse en instantes únicos y mágicos, muchos problemas se han ido de golpe. Siento a mi gente más cerca que nunca y me estoy riendo, creo que como jamás antes lo había hecho. Porque la vida es así, un cambio constante, un regalo precioso pero envenenado. Una rosa con espinas, como la que me ha traído esta mañana del parque Martín a la cama'', escribía. Y añadía más: ''Cuando le he preguntado si se había hecho daño al cogerla me ha respondido que sí, que de hecho se había pinchado pero que merecía la pena por darme la sorpresa. Luego le hemos quitado las espinas y la hemos metido en un jarrón con agua:
- ¿Ahora te gusta más?, le he preguntado.
- No mamá, ahora no parece una rosa de verdad
Y tenía toda la razón , porque la rosa no deja de ser bonita por tener espinas, ni las espinas dejan de hacer daño porque tengan rosas. Siempre hay algo de dolor en lo bello y mucho de belleza en la adversidad. Y en esas estamos, consiguiendo que los ratos buenos superen con creces los menos buenos. Porque como diría el gran Andrés Montes, la vida puede ser maravillosa'', concluía diciendo.

Valorar cada momento, disfrutar de las pequeñas cosas y afrontar cada día con la mejor de las actitudes. Siempre hay motivos por los que sonreír.

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