La larga lucha de Susanna Griso con su hija Dorcette: "Es tremendo"

Desde hace dos años Susanna Griso puede disfrutar de su hija pequeña Dorcette. Una niña que trajo la sonrisa y el ritmo a casa de la presentadora y su marido Carles Torras Dalmau. En 2018, la pequeña llegó de Costa de Márfil para encontrar una nueva vida junto a esta familia.

La propia Susanna en su día definió la llegada de la pequeña como: “Ha sido un regalo y nos estamos adoptando todos”. Además la definía: "Es una niña muy vital, muy feliz, muy alegre y nos tiene a todos bailando mambo en casa, porque tiene mucha energía y alegría en el cuerpo".

El duro proceso de adopción de Susanna Griso

Una adopción de la que ha hablado en su programa ‘Espejo Público’, y es que ante la crisis sanitaria que acecha al mundo, muchas familias han visto como sus sueños se han visto truncados. Familias que estaban a las puertas de cerrar un proceso de adopción, han visto cómo se congelaba complemente hasta nuevo aviso sin ver un futuro muy claro.

Por eso Susanna Griso ha querido un mensaje esperanzador a esas familias tras vivir ella misma un largo proceso de adopción: “Ánimo, algún día podrás ir a recogerla, te lo digo yo que tardé casi ocho años”. De esta manera hacía referencia a esos largos años en los que tanto ella como su pareja lucharon para traer a la pequeña: “Cuando ya lo ves y de repente te cierran las fronteras porque te encuentras con una situación como esta es tremendo”.

Cierto es, que Susanna Griso nunca tuvo que hacer frente a una pandemia mundial, pero se encontró con otros obstáculos que alargaron el proceso: “En mi caso yo pillé una guerra civil, muchos cambios de gobierno… Todo eso retrasa el proceso”. La propia periodista definía esa situación como “desesperante”.

Dorcette, la felicidad y protagonista de su casa

Pero a su ansiosa llegada, la propia Dorcette, se propuso traer la alegría a su casa. Y más en plena cuarentena. Hace unas semanas Susanna Griso confesaba que la música se había convertido en su compañía en estos días, aseguraba que: “El problema es que yo no soy la disc-jockey. La disc-jockey es mi hija”. Por lo que la elección de la música depende completamente de la pequeña que tiene unos gustos muy definidos: “Evidentemente tiene que tener todo un ritmazo. Solo le gusta lo latino. En fin, música tipo Shakira o ‘pop latino’ “.

Unos duros y largos ocho años que en tan solo dos años han mostrado la gran recompensa de haber luchado por poder tener entre sus brazos a la pequeña.

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