La imagen con la que Samanta Villar resume sus vacaciones y trata la maternidad genera gran empatía en la red

La presentadora se ha despedido de las vacaciones de verano customizada por sus hijos y con un mensaje muy honesto
La llamativa imagen con la que Samanta Villar resume sus vacaciones genera gran empatía en la red

 

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''Mamá cómete este caramelo, déjame que te pinte como Peppa Pig, ayúdame a petar los globos, a hacer pompas de jabón y déjame ir a dormir a horas de gogó de discoteca. Claro, mi amor. Al fin y al cabo este es el último fin de semana de las vacaciones de verano, de este verano en el que puedo veros correr con vuestros amigos mientras me tomo esa merecida cerveza... ''. Con estas palabras Samanta Villar y dando título a una imagen en la que parece ''customizada'' por sus hijos, la presentadora ha puesto punto y final a sus vacaciones.

A lo largo de las vacaciones han sido muchas las publicaciones en las que Samanta ha reflexionado sobre las primeras veces y la maternidad. Y es que nadie te enseña a ser mamá, se aprende sobre la marcha con sus aciertos y sus errores, pero siempre mirando por el bienestar y la felicidad de los hijos.

En el camino se aprende mucho de los niños y también de uno mismo, los retos son diferentes y las formas de enfrentar los problemas también. No se vive igual un verano con hijos que con hijos, no es igual un catarro propio que el de tus pequeños. Ya se sufre por doble, por uno y por ellos. De ahí, que las palabras de Villar en sus últimas publicaciones y tras superar ya los tiempos en el que se le cuestionaba cualquier opinión, hayan sido tan aplaudidas por gran parte de sus seguidores.

Padres de todas las edades han ido compartiendo en las diferentes publicaciones sus experiencias y empatizando con ella en muchas de las situaciones compartidas. Una de las más comentadas fue la noche de fiebre de su pequeña: ''Ese momento en el que le recogía el pelo a mi hija mientras inclinaba la cabeza sobre el váter, y me decía “mamá no surt” me ha conectado con mi propia infancia, en Valencia, cuando lo más complicado en mi vida era una noche de fiebre propia. Qué diferente esta fiebre que paso por ellos, por protegerlos siempre de cualquier daño o sufrimiento. Qué bestia es la maternidad''

Otro de los textos recientes, muy compartidos, con los que dio los últimos coletazos a las vacaciones fue: ''Cada mañana uno de los dos se despierta primero y viene a mi cama. Me los pongo encima y mientras me voy despertando, les acaricio. En ese momento están tranquilos y perezosos y me fijo en cada detalle -el color de las sábanas, el olor de su pelo, el calor que desprendemos juntos, la camiseta que llevo y la de ellos- porque quiero que ese recuerdo de las mañanas se me quede grabado. Las noches... las noches son otra cosa que quizás no haga falta recordar''.

Los hijos, esas pequeñas grandes revoluciones que tanto cambian y a la vez tanto dan y enseñan.

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