Esto es lo más raro que hemos visto nunca en una boda

En los tiempos que corren, las bodas se han convertido en todo un acontecimiento multitudinario; tanto es así que, a veces, el número de invitados se va de las manos y los novios -aunque esté mal decirlo- cruzan los dedos para que a última hora se caiga alguno de esos parientes lejanos y puedan cuadrar mejor las mesas. Sin embargo, hay personas que son imprescindibles y cuya ausencia puede causar un gran disgusto al futuro matrimonio:

Esto precisamente fue lo que le pasó a esta pareja, que adelantó su boda dos meses porque se tuvo que mudar de un día para otro a Florianópolis, la capital del estado de Santa Catarina (Brasil), y decidió que quería empezar su nueva vida ya como matrimonio. Hasta aquí, todo normal; el problema surgió cuando, por el cambio de fecha, la pareja se enteró de que uno de los mejores amigos del novio no podría asistir al enlace.
Una vez que les dijo que no podía, al resto de amigos se les ocurrió alquilar un maniquí, pegarle una foto del chico, e incorporarlo al convite y, por supuesto, a la sesión de fotos.

 

No sabemos qué pensó el propio amigo de esta sustitución, ni el resto de invitados de la boda al verlo allí plantado como uno más; lo que está claro que es que, por primera vez en la historia de las bodas, hubo un invitado que acaparó más protagonismo que los propios novios; aunque hay que decir que podrían haber respetado el protocolo, porque le pusieron unas bermudas azul klein que, además de salirse del clásico largo del pantalón, no combinan con la americana negra. Ya que nos ponemos, lo hacemos bien... ¿no?

¡Que vivan el humor, los novios y los amigos del novio!