El simbólico baile en la playa de Paz Padilla en recuerdo de su marido Antonio Juan Vidal: “Va por ti”
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Paz Padilla acaba de perder a su marido después de una larga batalla contra un tumor cerebral que le ha costado la vida. Han sido muchos meses asimilando la triste noticia que en los últimos días era inminente y que ha dejado a la presentadora desolada, pero no triste, porque Antonio Juan Vidal, el amor de su vida, nunca quiso verla así. Por eso, siguiendo su última voluntad, organizó una misa para darle su último adiós llena de símbolos que tenían mucho significado par ambos. Para empezar, el féretro entró a la iglesia mientras sonaba su canción favorita, y dentro del templo le dedicó uno de sus monólogos, haciendo llorar de risa y a la vez de tristeza a todos los presentes.
Incluso se arrancaron con un improvisado baile en el altar, una ceremonia de la que Antonio habría estado muy orgulloso y lo estará, sin duda, porque fue una celebración de amor, tal y como lo definió la propia Paz. Hasta las coronas de flores estaban llenas de mensajes cargados de significado para ambos, como “hueles a algodón de feria”, porque es el olor que recuerda la presentadora de cuando se conocieron la primera vez siendo unos niños, y “¿te quieres casar conmigo? Tes quiero my love”, haciendo referencia a la frase que ella siempre le preguntaba antes de casarse y a la canción favorita del gaditano, la misma que sonó al entrar a la iglesia.
El último adiós en forma de baile de Paz Padilla a su marido
Después del entierro de su marido, Paz Padilla se fue a comer con toda la familia y amigos cercanos que acudieron a darle el último adiós a Antonio Juan Vidal hasta Zahara de los Atunes, un lugar muy especial para la pareja ya que fue donde se conocieron y se prometieron amor eterno. Y en esta misma playa en la que se casaron, la humorista ha presenciado la última puesta de sol en el día que se han despedido de él, y le han dedicado un baile alegre y festivo como el que tuvieron en la misa con el amor como gran protagonista.
“Cada último rayo del sol de ayer fue por ti, tes quiero my love”, ha escrito la presentadora junto a varias imágenes en las que se puede ver un abrazo con su hija Anna Padilla y un divertido baile junto a la familia y amigos cercanos de Antonio, el amor de su vida. Una bonita forma de despedirle como a él le habría gustado y con la puesta de sol de Zahara como testigo de un amor que durará para siempre a pesar de la distancia. Porque tal y como ella misma ha escrito para despedirle en sus redes sociales: “Siempre estaremos fundidos en uno.Espérame que todavía nos queda una tercera oportunidad. Avanza”.
Una romántica historia de amor de dos adolescentes que volvió a unir el destino
La historia de Paz y Antonio es una de esas historias de amor que merece la pena contar. Ellos confirmaron la regla de que ''las segundas oportunidades existen si hay amor'' y que la vida termina encajando las piezas del puzzle, y es que Antonio siempre ha sido el amor de la vida de Paz Padilla aunque al principio no lo supiera. La pareja se conoció en la adolescencia, el primer gran amor, pero la vida les llevó por caminos separados y no fue hasta 2012 cuando volvieron a reencontrarse. En 2012, cuando la matrimonio de Paz con Alberto Ferrer, padre de su hija Anna, se rompió, la presentadora y el abogado Antonio Vidal se volvieron reencontrar y entendieron que esta vez ''era la oportunidad de su vida''. Desde ese momento, el amor y los buenos momentos han marcado su relación, hasta el mes de julio del año pasado, cuando se le detectó el problema de salud a Antonio Vidal, que han llevado con la máxima discreción y no se ha conocido hasta ahora.
Ambos celebraron el pasado mes de octubre 3 años de feliz matrimonio y su historia de amor es digna del mejor de los guiones de película romántica. Ambos sellaron su amor en una romántica boda en la playa de Zahara de los Atunes, lugar que les ha visto crecer como pareja, en 2017 y desde entonces no se han separado ni un segundo. Ahora estará siempre presente en su corazón y le acompañará allí donde vaya, mostrándole su apoyo como lo ha hecho siempre en cada una de sus decisiones.
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