Del flechazo de Rocío Jurado y Ortega Cano al duro varapalo tras la pérdida de la más grande

El torero ha confesado cómo trató de superar la muerte del amor de su vida
José Ortega Cano en 'Mi casa es la tuya' con Bertín Osborne

José Ortega Cano en 'Mi casa es la tuya' con Bertín Osborne. 

  • Mediaset

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José Ortega Cano ha desvelado a Bertín Osborne en 'Mi casa es la tuya' cómo conoció a Rocío Jurado y se enamoró de ella, de qué manera era la más grande fuera de los escenarios y cómo le afectó su muerte tras un cáncer repentino. 

La historia de amor entre el torero y la intérprete de 'Como una ola' empezó en Madrid. Ortega Cano se quedó prendado de ella al momento, pero no se atrevió a decirle nada: "La conocí con 18 o 19 años, paseando en la calle Serrano con su madre. Yo era muy aficionado a su música y, cuando la vi, me quedé toda la tarde detrás de ella. Me preguntó: "¿Quiere usted un autógrafo?". No le dije nada, porque iba con su madre y me daba corte. Cuando pasó un tiempo, la volví a ver en la consulta médica del doctor Claudio Mariscal y él nos presentó. Ahí nos dimos el teléfono. Estaba más preparado y me vine arriba. Nos enamoramos desde que nos vimos y empezamos a vernos poquito a poco".

"La hemos querido mucho"

Toda la familia del torero estaba encantado con la estrella de la música, sobre todo su suegra, Juana Cano: "Se lo dije a mi madre abiertamente. Tenía mucha libertad. Ella era muy admiradora de Rocío. Cuando la traje a mi casa, mi madre y toda mi familia estaban preparando lo mejor. Era un acontecimiento. La hemos querido mucho, tanto yo como mi familia". "Rocío era muy humilde y no alardeaba", ha explicado Conchi Ortega. "Nos casamos en Yerbabuena. Fue una boda muy bonita. Fueron 2.400 personas, pero no se notaba, porque era muy grande", ha contado José a Bertín.

La humildad era la principal virtud de Jurado: "Era una persona de lo más sencilla y familiar. No parecía que fuera una artista. Solo lo era cuando se subía al escenario. Estaba muy pendiente de la casa, de sus hijos, se ponía a guisar en la cocina… Era muy buena cocinera", ha relatado Ortega.

Uno de los mejores momentos del matrimonio fue cuando Gloria Camila José Fernando llegaron a sus vidas: "La idea de adoptar fue de los dos, pero quizá más mía. Estábamos intentando tener familia biológica, pero, como no llegaba, adoptamos a los dos hermanos, a través de una familia de Colombia, cuando yo iba mucho a Cali".

"La fe me ayudó a tirar hacia delante"

Rocío Jurado falleció el uno de junio de 2006, dos años después de que le detectaran cáncer de páncreas. Fue un duro varapalo que marcó la vida de José y de sus hijos para siempre: "He tenido mucha fe. Cuando murió Rocío cogí un bajón tremendo y la fe fue lo que me ayudó a tirar hacia delante, porque quería morirme como ella".

"A ella ya se le hinchaba el estómago cuando estaba en los escenarios, pero lo de ella fue una sorpresa. Se fue unos días cuando iba a actuar en agosto en Huelva. Se puso mala. Le vinieron unas molestias. Tuvo que ir a un médico de Chipiona, que era amigo nuestro, y cuando le vio le mandó a otro en Cádiz. Inmediatamente le dijeron que tenía que ir a Madrid. Se la llevaron a Montepríncipe, le hicieron un montón de pruebas y le detectaron la enfermedad". 

La intérpete de 'Se nos rompió el amor' fue consciente en seguida de que acababa de empezar una lucha muy difícil, pero el torero no se lo acababa de creer: "Ella era muy inteligente y sabía muchas cosas de medicina. Esos malestares que le entraban no tenían que ser una cosa normal. Sabía que eso le podía quitar la vida. Yo era menos consciente de lo que pasaba. Fue todo tan rápido... Ese fin de año estábamos en Miami divinamente, aunque tenía sus problemas de estómago".

"Seguí luchando"

José Ortega Cano ya no podía seguir donde había pasado su matrimonio y decidió irse a Andalucía: "No pude despedirme bien de ella. A partir de entonces fue muy complicado. Era muy difícil adaptarse a estar sin ella. Un día cogí un coche, metí la ropa de los niños y la mía y me fui a la finca de Sevilla, porque era muy duro dormir donde vivíamos sin estar ella. Inscribí a los niños en un colegio y seguí luchando".

Fue una época muy dura. Ya no tenía al amor de su vida a su lado y todo se volvió más complicado: "Tuve una época que no coordinaba. Faltaba ella. No veía en qué dedicaba yo mi tiempo. Echaba mucho de menos a Rocío, porque no es fácil un cambio de vida así. Eso era para toda la vida, no para un día ni un mes. Los problemas se acrecentaban. No tenía a una persona para poder contarle todo". Y también afectó a sus hijos: "La pérdida de Rocío es irreparable y José Fernando se torció con amistades que no eran para él, que es una persona muy indefensa. Necesita mucho la ayuda de los demás".

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