La enfermedad por la que Lucía Dominguín perdió el olfato hace seis años: "Estuve abandonada"
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El estreno de 'La última cena' en Telecinco dio para mucho. Porque, a pesar de que el público no vio con buenos ojos los cambios que se han introducido, lo cierto es que los famosos que mostraron su maña entre fogones dieron mucho juego. Y no solo hablamos de Chabelita Pantoja, que no era concursante oficial de ese primer programa y que se rompió en lágrimas al reconocer el dramático momento que atraviesa la relación con su madre, Isabel Pantoja. Nos referimos a una Lucía Dominguín que, si bien en otras ocasiones ha renegado de atender a las cámaras de ciertos problemas de la cadena, sí se prestaba a participar en este espacio.
Durante la propia dinámica del programa, confesó que hay un sentido que tiene mermado desde hace mucho tiempo. "Perdí el olfato hace seis años. Yo nunca he estado enferma, pero se me bajaron las defensas", comenzaba el relato Lucía antes de ponerle nombre al problema de salud que le llevó a esta situación: "Me bajaron las defensas y cogí una gripe muy fuerte. Estuve cuatro días abandonada en mi desesperación y ya no recuperé. Aún lo estoy recuperando".
Como lo leemos. Después de seis años, aún le quedan secuelas de aquello. Unas muy similares a las que hemos leído que son las más frecuentes entre quienes se contagian con la Covid-19. "Lo que más me falla es el olfato. Son como notas musicales", añadía antes de desvelar que es la acupuntura y la homeopatía a lo que se ha agarrado para ir paliando esas dificultades e integrarlas en sus rutinas. Tanto como para poder participar en otro concurso de cocina, porque esta no es la primera vez que la vemos realizando recetas delante de las cámaras.
Telecinco.
Fue en 'MasterChef Celebrity'. Y allí, esta incapacidad para percibir algunos olores -sobre todo cuando se trata de aromas fuertes-, supuso un obstáculo muy grande para poder desarrollar el concurso en igualdad de condiciones a sus compañeros. Ella se apoyó en una capacidad que ha sido capaz de desarrollar por mera superviviencia: disfrutar de la comida a partir de sus texturas y las presentaciones de los platos.
El misterio de sus flores
Pero además de hablar de los placeres que uno se encuentra en la mesa y de ese pequeño problema de salud, Lucía respondí a uno de los enigmas que la rodean desde hace tiempo: ¿por qué siempre, desde hace meses, aparece con un tocado de flores sobre la cabeza? "Pues porque me gusta crear una sonrisa en la gente cuando me mira. Me gusta que digan 'mira esa loca que va con una maceta en la cabeza", era la tajante respuesta que no admitía réplica. Básicamente, porque fue un "porque me da la gana" encubierto. "Aunque igual se asustan porque soy muy alta pero al menos se ríen", añadía consciente de que no atiende a ningún tipo de moda ni de tendencias.
Una muestra más que evidente de que por sus venas corre la sangre de su madre, Lucía Bosé, que siempre vistió y lució como le pedía el cuerpo, sin tener en cuenta los cánones estilísticos del momento. De tal palo...
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