Ventajas de trabajar el fin de semana

Si cuando todo el mundo celebra el viernes, empieza tu semana laboral, o trabajas por turnos y te ha tocado este finde, es bueno ver el lado positivo de llevar “el paso cambiado”.

En primer lugar, trabajar cuando todo el mundo está ocioso nos puede ayudar a ahorrar. Aunque ya se sabe que, si somos manirrotos, todos los días pueden ser fiesta y no necesitamos a nadie para gastar como locos, pero esa es otra historia. Cuando pasen unos meses, a lo mejor podemos pegarnos algún viaje a lo grande.
Además, cuando tu horario es diferente al de todo el mundo, su tiempo libre se traduce en ocio, mientras que el tuyo puedes emplearlo en hacer deporte o en tener todas las tareas de casa al día, y esto, aunque parezca un fastidio, te va a hacer sentirte muy bien contigo mismo. Aparte de eso, si tienes hijos, puedes organizarte mejor con tu pareja al estar libre entre semana.
 

Si trabajas en el centro de la ciudad, o en un sitio concurrido en general, te ahorras también las grandes masas de gente paseando el fin de semana; puedes hacer la compra a la hora que está el súper vacío, o pasear tranquilamente por tu parque favorito, visitar una exposición o, simplemente, hacer recados.

Aparte, cuando quieras hacer una escapada en tu “fin de semana”, siempre encontrarás sitios disponibles y, probablemente, a mejor precio. Ya solo falta que tu(s) compañero(s) de viaje puedan ajustar sus días libres a los tuyos.

Ya sabes, ir a contracorriente también tiene sus ventajas, y las echarás de menos si alguna vez vuelves al ritmo de todo el mundo.
Por ahora, trabaja en aprovechar el lado bueno de tu horario, y piensa en la gente que no tiene trabajo, o que tiene peores condiciones que tú.
Las actitudes optimistas y agradecidas sí que no necesitan vacaciones.