Paz Padilla ante el reto más importante de su vida personal del último año: el síndrome del nido vacío
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La vida de Paz Padilla ha experimentado muchos cambios en el último año y medio. Demasiados. Antes de que comenzara la pandemia, perdía a su madre, doña Lola. Una noticia que le llegaba mientra su marido, Antonio Juan Vidal, se encontraba inmerso en la lucha contra un tumor cerebral que perdía meses más tarde, en julio de ese mismo 2020. Así las cosas, Paz se logró sobreponer, sobre todo, gracias al apoyo de su hija, Anna Ferrer. Tanto esta como su novio, Iván González, se convirtieron en la muleta emocional de una mujer que se ha afanado en poner buena cara al mal tiempo que siempre ocasiona una pérdida como la que ella sufrió.
Ahora, Padilla va a tener que hacer frente a un nuevo cambio de rumbo. A una de esas circunstancias que trastocan las rutinas y te obligan a sacudirte para poder retomar el camino. Nos referimos a la mudanza que la joven 'influencer' va a hacer de casa de su madre para independizarse al lado de su pareja. O lo que es lo mismo: Paz va a tener que hacer frente a la soledad de dejar de compartir casa con ella. Si bien es cierto que gozará de una mayor intimidad y más tiempo para ella, no menos lo es que no es sencillo acostumbrarse a no tener esa compañía que tanto bien le ha hecho desde que le falta Antonio.
Era la propia Anna quien daba la noticia en las redes sociales. "Deseando empezar esta nueva etapa. Iván, te quiero", eran las escuetas palabras en Instagram con las que ponía de manifiesto sus intenciones de hacer las maletas y volar del nido de mamá. Un par de frases muy escuetas que acompaña de un vídeo en el que la pareja entra en su nuevo hogar, con ella en brazos de ese joven discreto por el que Paz siente una predilección absoluta -y que se presta a aparecer en los TikTok de su suegra sin pudor alguno, a pesar de no ser una personalidad pública-.
Iván, con gran sentido del humor, escribe junto a ese clip compartido por su chica: "Que comiencen los juegos del hambre". Aunque a Anna ya la hemos visto haciendo sus pinitos en la cocina y no creemos que haya que tomarse esta última palabra de manera literal. Si no, siempre les quedará la llamada a casa de mamá Paz para que amortigüe el síndrome del nido vacío preparándoles unos tupper. Seguro que estará encantada de cuidar de ellos, aunque sea con cada uno en su respectiva casa.
Un reconocimiento que le llena de orgullo
Esta noticia llega muy pocos días después de que Anna fuese premiada por una revista por su carácter emprendedor. Paz, por supuesto, no faltó a esa gala. Tampoco quiso dejar pasar la oportunidad de subrayar el inmenso orgullo que sentía por el reconocimiento al duro trabajo de su hija, con quien ha levantado esa empresa de complementos No ni ná. "Orgullo de madre. Anna Ferrer Padilla premiada como mujer emprendedora por 'Cosmopolitan'. Me siento guapísima con el vestido de Alejandro de Miguel Oficial", se podía leer como pie de foto. Una demostración más del soporte que se dan la una a la otra, justo ahora que sus caminos se separan.
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