La lección de dos padres australianos a sus hijos

En un mundo cada vez más dependiente de la tecnología, el conflicto generacional sobre el uso continúo del móvil, redes sociales, juegos... todo ello vinculado al internet, se ha convertido en un tema diario en muchas familias.

Una familia australiana ha hecho que su historia se haga viral por la original manera que tuvieron los padres de responder a sus hijos tras enfrentarse a la negativa de sus hijos adolescentes a acompañarlos de vacaciones y, entre otros motivos, por si dónde fueran no hubiera internet.

Los padres siguieron adelante con su escapada de desconexión porque no querían aurrinar sus vacaciones pero querían hacer algo con ingenio como respuesta a sus hijos. Subieron maletas al coche, pusieron el destino, se abrocharon los cintos, y el viaje empieza, pero con un nuevo integrante en la parte de atrás del coche, el router de la casa.

Durante su estancia, los padres documentaron sus aventuras no solo con fotos de los paisajes y las actividades que realizaban, sino también con fotos del router en diferentes lugares. El router en la playa, en un columpio, en la parte trasera del coche... Cada imagen fue subida a redes sociales. Nos imaginamos los envíos por el grupo de familia con el pie diciendo: “El router está disfrutando de la playa, ¿y vosotros?”

Al final, a través del humor, lo que hicieron estos padres australianos es dar una lección a sus hijos de la mala decisión que fue decir que no a ir con ellos de vacaciones.

Esta historia viral te hace plantearte la cantidad de tiempo que invertimos al mundo de la tecnología y no al real, al cercano, al que se puede ver, tocar, oler, escuchar...

Se pone en manifiesto también un fenómeno común en la adolescencia: la percepción de que viajar con los padres es aburrido. Sin embargo, a medida que las personas crecen y maduran, suelen darse cuenta del valor de esos momentos familiares.

Hay que decir, también, que muchos adultos jóvenes empiezan a apreciar las vacaciones familiares no solo por la compañía y los recuerdos, sino también por la oportunidad de ahorrar gastos.

Échate unas risas con Mateo y Andrea recordando sus viajes con los padres:

Conclusión, viajar con los padres puede parecer aburrido en la adolescencia, pero es una inversión en recuerdos y conexiones que dura toda la vida. Y que luego, se echarán en falta.

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