'Had a talk with God': comunicación con Dios

Estamos en los primeros coletazos de octubre con ambiente más estival que otoñal, pero dejándose notar alguna que otra escarcha en el amanecer. Todo el mundo añora un paisaje con más verdor por obra de la lluvia que se resiste o que se reparte desigualmente dejando sequía y, por contraste, inundaciones. Es el recuerdo de tantas dificultades que no nos dejan un ambiente de otoño propiamente dicho.

Y en medio de todo esto siguen conflictos, crisis, guerras que no debían existir, precios que suben indiscriminadamente. De todo ello derivan inseguridades de cómo será el próximo trimestre que marca la senda de un año nuevo al que vemos lejano, pero, a la vez, próximo, llegando antes de lo que uno se imagine.

Muchos interrogantes que encuentran respuesta con Stevie Wonder en su álbum 'Songs in the Key of Life' -'Canciones en clave de vida'-. Lanzado el 28 de septiembre de 1976 en álbum doble, es el decimoctavo trabajo del cantante y compositor estadounidense. Dos años antes llevaba ya toda una trayectoria de popularidad y cantante de masas. Y dentro de este disco se incluye el tema 'Have a talk with god' -'Tienes que hablar con Dios'. La letra es una oración. Viene muy bien para estos momentos de incertidumbre y con una impronta crucial. La gente busca hoy solución a tantos problemas, esgrime la letra. Para resolverlos debes hablar con Él, hablar con Dios. Es el único psiquiatra libre, ante los problemas de los hombres. El que te aporta igualdad. Pero la letra no ceja en su empeño: "Para conseguirlo todo tienes que hablar con Dios". La letra se hace pegadiza y llega al corazón.

Un disco para paladear y reflexionar

El álbum generó canciones como 'Sir Duke' o 'As'. Todas ellas han encontrado su interpretación a lo largo de los tiempos en diferentes versiones. Con este disco se veía que acababa el periodo clásico de Stevie Wonder. A lo argo de 1977 fue muy acogido en Norteamérica y en las listas de todo el mundo. La productora Motown puso el sello a tamaño álbum que fue elegido en la decimonovena edición de los Premios Grammy. No es para menos que una canción con respuesta a inquietudes interiores del hombre tenga este reconocimiento.