El preocupante mensaje de Sara Carbonero desde el hospital y las reacciones: "Ojalá no haberlo escrito nunca"

La presentadora ha compartido unas palabras que han llevado a pensar en una recaída de la enfermedad a la que se enfrentó ahce unos años
Sara Carbonero y el preocupante mensaje que ha lanzado desde el hospital y que hace pensar en el cáncer
Cordon Press

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Cuando ya pensábamos que estaba todo controlado, Sara Carbonero nos ha revuelto. La presentadora compartía en su cuenta de Instagram un texto desde el hospital y causaba preocupación entre quienes se encuentran al otro lado de sus redes sociales. Porque venían a la cabeza todo ese episodio en el que tuvo que ser operada de un cáncer de ovario que, por lo que se desliza de esta publicación que con tanta generosidad ha ofrecido, podría estar dando guerra de nuevo. "Me produce una extraña alegría que en la habitación 678, justo en este momento, alguien lee exactamente el mismo libro que yo, probablemente en el mismo sofá de polipiel, con la misma incertidumbre", comenzaba en lo que era una declaración categórica de que estaba, de nuevo, en manos de los facultativos.

"En los pasillos y en la cafetería me cruzo con muchísimas personas que siempre dejan paso en el ascensor y saludan sonrientes, como lo hago yo. Son los 'códigos' de este lugar, donde todos sabemos la necesidad de cariño y afecto en estos días interminables. Entre estas paredes se valora mucho más cualquier gesto, cualquier detalle, cualquier soplo de aire fresco. Cualquier buena noticia. En la sala de al lado, han puesto unos juegos y unos libros para que la gente pueda matar el tiempo ahí. Ayer por la tarde me acerqué un rato y vi a un señor que no podía caminar, ni hablar, jugando al dominó con su nieto. Creo que este último se dejó ganar porque bromeaban sobre el asunto", relata con todo detalle lo que tiene a su alrededor. Como si fuese una especie de novela y demostrando lo lustrosa de su pluma periodística.



Con todo detalle

"También un aparato de música que funciona con CDs. Todos son de música clásica, elijo uno de Haydn porque me recuerda a los viajes en coche de pequeña. Y acabo pinchando para toda la planta", le da el valor que tiene, en esos momentos, la música como bálsamo. "Los ramos de flores inundan las habitaciones y traen la primavera a cada rincón gris. A través de la ventana observo que la gente en la calle está de manga corta y yo duermo con dos mantas. Lo de dormir, es un decir. En la tienda de abajo he comprado unos crucigramas pero me puede el Candy Crush. De madrugada voy a la máquina dispensadora caminando descalza por el suelo de granito y encuentro las galletas que me gustan. Nunca me supieron tan bien", prosigue con esa descripción miimétrica,

"En la puerta de una de las habitaciones cuelga un cartel que reza: 'Bienvenido a mi mundo, no es muy grande pero al menos gira'. Y ya, con la noche bien entrada, abro a la vez el sofá cama y el libro que me tiene absorta y leo uno de los proverbios, que dice: 'Allá va la lengua donde duele la muela'. De primeras reconozco que no lo pillo porque me estoy quedando dormida, pero rápido capto el mensaje. Cierro los ojos pensando en que estoy cerca del mar con una Super Bock. Por último, abro IG, llego a una ilustración de Mafalda y la leo en voz alta", camina a lo largo y ancho de las líneas antes de rematar con la pregunta del personaje de Quino y un deseo para quienes lo estén leyendo: "'¿Pensaron alguna vez que si no fuera por todos nadie sería nada?'. Buenas noches".




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